Como crear su empresa solidaria, Nuestra idea

Una increíble idea de negocio. ¿Como buscarla?

Nuestra idea tiene que partir de la observación de una necesidad vivida.

Observando a nuestros alrededores, viviendo en un entorno específico, compartiendo sobre nuestra vida misma y sus dificultades, es desde allí de donde surgen las mejores ideas.

Buscamos lo que es factible para nosotros.

¿Algo nos molestó cuando estábamos realizando una tarea? Reflexionemos sobre aquel momento: esto puede dar lugar a una idea y a una empresa brillante.

¿Estamos comiendo en un restaurante y no hay postres? ¿Vemos que muchos lugares de comida no ofrecen postres? ¿Por qué no seriamos el grupo de emprendedores que surta estos postres mañana?

Nuestra vecina se queja de algo de que nosotros también nos quejamos en varias oportunidades. Ponemos a buscar una solución al problema. De allí puede surgir una idea genial.

Uno de nosotros es educador y otra es peluquera. Del encuentro entre 2 o más áreas del saber o del hacer pueden surgir ideas exitosas.

¿En que podemos ayudar a hacer más fácil la vida de otros?

Solo tenemos que estar atentos, alertas a todo comentario que para otros no es relevante pero que para nosotros puede significar el comienzo de la fortuna.

Probamos desde hoy. Anotemos todas estas “luces” empresariales. No dejemos escapar ninguna…que lo más seguro es que UNA puede ser una buena oportunidad de negocio.

Entusiasmémonos…un poquito.

Delante de lo que nos parece una gran idea, podemos entusiasmarnos y ponernos a soñar lo bien que nos va a ir. Y esto está bien.

Sin embargo, tenemos también que ser realista y empezar a reflexionar sobre los diferentes aspectos concretos de nuestra idea respondiendo a todas nuestras preguntas. Y la primera de ellas es de ver porqué esta idea no ha sido explotada ya. ¿De pronto, hay otras cosas que suplen más y mejor la misma necesidad? ¿De pronto, prefieren esa solución que otras y por qué?

Analizamos los pros y los contras

Cuando tratamos de volver real nuestra idea, nos van a surgir un montón de interrogantes que tendremos que ir resolviendo. Las respuestas tendrán que tomarse todas en cuenta en los aspectos positivos y negativos para luego decidir si vale la pena pasar mucho tiempo más en investigar o si tenemos que desechar la idea por razones importantes.

Empecemos chiquito.

Nuestra idea seguramente es una gran idea. Entonces, necesitamos de una vez que sea grande para resolver todas nuestras dificultades. Empezamos a pensar en este proyecto como si nos hubiéramos ganado la lotería. Pensamos comprar muchas cosas, nos inventamos muchas otras. Pero la realidad es que no tenemos todas estas cosas ni todo este dinero. Entonces, volvamos los pies en la tierra y empecemos desde lo chiquito.

Preguntas para la reflexión:

  1. Escribamos nuestra idea con todos los detalles posibles.
  2. Realizamos una lista con todas las preguntas que nos hacemos sobre la manera en que la podemos volver concreta.
  3. ¿Tenemos las fuerzas personales, los talentos en el grupo, las posibilidades financieras… para poner esa idea a funcionar?

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