Desde la experiencia, de manera netamente autodidacta, los-as pobres enseñan a los-as pobres y generan un impacto mayor.
¡Puede sonar iluso! Sin embargo, lo hemos experimentado con muchos grupos.
Los-as participantes, una vez sintiéndose diferentes, empoderados-as integralmente, buscan por si mismos-as a replicar la metodología OFF/ON.
Les falta siempre elementos más o menos fundamentales (por ejemplo empresariales y políticos) pero entienden la dinámica general y son mucho más asertivos-as en su manera de proceder.
Hablar de madre a madre, de mujer a mujer, de joven a joven, de abuelo-a a abuelo-a…es más eficaz que si profesionales bien intencionados lo hacen. Ellos-as se relacionan más de igual a igual y saben más de su situación.
Adicionalmente, el hecho de divulgar lo que ellos-as aprendieron:
- Refuerza la autoestima de los-as líderes, volviéndolos-as todavía más líderes
- Requiere un manejo optimo de la información, lo que refuerza la asimilación y sistematización de los aprendizajes.
- Permite apuntarle a la constitución de una comunidad de apoyo y sinergia.
- Apunta a nutrirse de los conocimientos de los-as nuevas participantes y resolver mejor las problemáticas comunes.
No obstante la libertad dejado a este tipo de iniciativas de los grupos, la organización y los-as profesionales siguen teniendo un rol fundamental de supervisión de la labor en la preparación y en la cohesión entre lo que se hace y la metodología OFF/ON al fin de generar los óptimos impactos en términos de empoderamiento integral.