Como crear su empresa solidaria, Nuestra idea

Podemos soñar en grande empezando desde lo chiquito.

Pensemos en grande.

Una característica evidente de los empresarios es que son soñadores: soñadores con la cabeza en las nubes y los pies en la tierra.

Pero frecuentemente los candidatos a empresario, por desconocimiento, falta de valor, falta de apoyo, no ven más allá de la puerta de sus casas, la cancha de su barrio, el centro de su ciudad sin darse cuenta de que la necesidad a la cual ellos responden con su proyecto colectivo puede suplir a unas mismas problemáticas a nivel nacional e internacional.

El restaurante, la droguería, el taller de reparación, la litografía, las clases de inglés, la asesoría legal…todo negocio empezado en un ámbito local puede llegar a ser una firma internacionalmente reconocida…por lo tanto que lo pensemos, lo luchemos y lo ejecutemos desde el primer momento.

No lo podremos hacer solos.

Necesitaremos mentores y personas expertas en franquicias, escalonamiento de negocios, protección de marcas, asesores en exportación…

Desplegamos nuestras alas. No nos afanemos. El camino es largo. A veces tendremos que posponer, cambiar lo soñado porque nos enfrentaremos a la realidad cruda y cruel que nos dirá: “no es por allá”. Pero más tarde que temprano alcanzaremos nuestro sueño…si no abdiquemos.

Siempre para adelante sin claudicar.

Si abdiquemos, (lo que hacemos la mayoría) nos quedará el remordimiento y el sinsabor de no haber sido capaces. Nos entrará algo de rabia y de celo hacía los que sí lo han logrado. Si seguimos esforzándonos, nos quedará la experiencia y el orgullo de haber intentado.

Si lo logremos alcanzaremos a tener todo lo porque los empresarios somos altamente valorados en la sociedad: dinero, estatus, fama, poder.  Hoy depende de nosotros.

Pero, primero los pies en nuestra realidad.

Hemos alcanzado a precisar nuestra idea innovadora, respondiendo a una necesidad sentida de parte de unos clientes precisos, simple de poner a funcionar y…muy poco costosa.

Si es así estamos delante de una mina de oro. Sin embargo, tenemos que aprender desde lo más chiquito.

Aprender a explotar nuestra mina de oro.

Desde el primer momento, tenemos que estar preparados en cambiar lo que vemos que no tiene buen resultado, también algo que podemos aún simplificar más y lo que podemos mejorar para más rentabilidad.

En realidad, practicar nuestra idea es de igual forma estar listos para monitorear y evaluar nuestra ejecución y volverla poco a poco aún más atractiva frente a nuestros clientes.

Preguntas de reflexión

  1. Que tan grande nos imaginamos nuestra empresa. Enumeramos los 10 pasos para que esta se vuelva internacional.
  2. Mencionamos las razones por la cual nuestra empresa NO puede ser internacional.
  3. ¿Como vamos a empezar con lo que tenemos?

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