Sin apoyo, no empecemos el proyecto.
Vamos a empezar una nueva vida, llena de logros y satisfacciones, de enseñanzas y de bondades. También llena de esfuerzos, luchas, dificultades y sin sabores.
Y como cuando una pareja espera un nuevo ser y se prepara a darle todo el apoyo que necesita para crecer, nuestro proyecto puede ser comparado a un bebe que para surgir y crecer necesita del apoyo incondicional de los seres que nos rodean.
Pues, el camino es suficiente rocoso, lleno de piedras pequeñas o grandes para que, además, recibamos a toda hora, críticas, reproches y malos consejos, enfrentando peleas e indiferencias.
Por eso es aconsejable que NO empecemos sin apoyo de nuestros novios, esposos, padre, madre, hijos, amigos.
Hagámosles cambiar de perspectiva.
Ahora bien, si nos desalientan, a nosotros de saber cambiarles la perspectiva, abrir el dialogo, hacer valer nuestros puntos de vista para que de “enemigos” de nuestro proyecto se vuelvan fanáticos y propagandistas.
Generalmente, ellos piensan así porque tienen hasta más miedo que tú de los cambios que se avecinan en sus vidas por la decisión que tomaste o vas a tomar.
Démosles confianza, tranquilicémoslos, expliquémosles lo porque, cómo, cuándo, que necesitamos de ellos, las vías de escape si no funciona, los planes A,B y C y veremos que sus ópticas se modificarán poco a poco.
Vendamos nuestro proyecto.
Puede ser nuestra primera tarea como vendedores: venderles la idea a nuestros seres cercanos. Si lo logramos, veremos como la vida se nos vuelve más descansada, más respirable.
Tu negocio ya habrá ganado un 40% de su valor.
Preguntas de reflexión:
- Enumeremos las personas que nos apoyan en la creación de tu empresa.
- Mencionemos otras personas en las que podemos buscar apoyo.
- Escribamos los argumentos que vamos a utilizar para vender nuestra idea a nuestros familiares.
- ¿Qué preguntas concretas nos podrían hacer? ¿Qué serían nuestras respuestas?