Ampliemos nuestros apoyos
Una tarea a la cual nos tenemos que dedicar a lo largo de nuestra vida empresarial (es decir siempre) es buscar apoyo.
Y este puede venir de cualquier persona, desinteresadamente.
No solamente de nuestros seres queridos (ese es esencial) pero también de personas simplemente interesadas en ayudar porque piensan que conocen el sector en el cual nos vamos a meter; porque alaban nuestra valentía; porque ellos mismos, en algún momento, tuvieron personas que les tendieron la mano.
Sin meterse en nuestro rancho.
Ellos te podrán ayudar SIN METERSE A TU RANCHO.
¿Quiénes pueden ser? Amigos, profesores actuales o pasados, expertos de instituciones de apoyo, clientes potenciales, desconocidos que encontremos en una reunión, un curso, un seminario (por lo tanto, participar en ellos es una inversión).
Pueden llegar a ser tan importantes en nuestro caminar hacía el arranque, la sostenibilidad y el fortalecimiento de nuestro negocio que los tenemos que buscar, motivar, informar y quedarnos en contacto con ellos.
Felices de poder ayudar.
No pienses que los vamos a molestar, que están demasiados ocupados, que no les importa.
Justo lo contrario, están felices de poder ayudarte…simplemente no podemos pedirles que nos atiendan siempre que les llamamos, en los momentos en que nosotros estemos desocupados. Porque como empresarios suelen tener poco tiempo.
¡Busquemos a los mejores!
Sigámosles la pista a estos seres expertos. Nos animarán, aconsejarán, abrirán la mente, impedirán que cometamos muchos errores porque ellos mismos ya los cometieron antes y serán contentos que nosotros lo haya podido lograr sin repetir sus fracasos.
Eso sí: escojamos las personas que más nos parecen idóneas para nosotros. Pues, nuestro tiempo también es valioso.
Entre todos los apoyos valiosos: el mentor.
No es un banquero, un asesor, un socio, un familiar… El mentor es un ser especial que se convertirá en nuestro acompañante hoy y mañana.
Nuestro mentor será una persona en la cual confiaremos más pero que no intervendrá en nuestras decisiones. Nos ayudará pero será respetuoso de nuestros logros y dificultades. Nos aportará su experiencia y su tiempo, pero nos dejará gestionar nosotros mismos el proyecto.
¡Puede ser gratis!
Para garantizar su profesionalismo, lo tendríamos que pagar, pero generalmente no aceptará dinero, sino que lo pagaremos con nuestros logros y su participación en nuestros éxitos, con nuestros resultados y parte de las experiencias que gracias a nosotros habrá adquirido.
Él nunca hará parte de nuestra empresa, sino de los recursos externos sobre los cuales nuestro proyecto se puede sostener.
Alguien que crea en nosotros.
Será alguien que crea en nosotros, en nuestro proyecto y sobre todo en nuestra capacidad en realizarlo.
Sus ganas es que logremos construir en lo que decimos ser talentosos.
Obviamente, este tipo de personas es más escaso. Y no apostan sino sobre proyectos de alto impacto y con altas posibilidades de triunfo.
Pero también, existen los locos, los pensionados, los rentistas…a quienes podemos llenar la vida y el tiempo con nuestras ganas de salir adelante.
Si pensamos tener un proyecto de esos, informémonos, incorporémonos en los espacios adecuados para que ellos logren conocernos.
El(ella) escoge, nosotros les vendemos la idea.
No seamos presumidos ni pretenciosos: no definamos nuestra empresa como lo máximo. Ellos nos ayudarán solamente si nuestro proyecto tiene las características que ellos buscan en un proyecto de impacto.
Si no lo escogen, eso no quiere decir que nuestro negocio no es válido. No. Quiere decir que ellos no encuentran en lo nuestro los elementos significativos según sus objetivos. ¡Sigamos insistiendo con otros!
Preguntas de reflexión:
- Enumeremos a las personas que conocemos expertas en el sector económico en el cual vamos a desarrollar nuestra idea.
- Mencionemos a las personas que nos pueden ayudar a buscar expertos.
- ¿En cuales lugares y eventos podemos ir para encontrar más personas apoyando?
- ¿En qué procesos creemos nosotros que nos puede ayudar un mentor?