Colocamos las ventas indicando el norte en nuestra brújula.
Las ventas son el proceso MAS IMPORTANTE a realizar en nuestro negocio. Sin ventas, no hay negocio. La primera actividad empresarial es la venta.
Pero, dirán algunos:
¿Que venderé si no tengo productos que ofrecer? Cierto. Pero no tenemos que haber producido el producto para venderlo. Inclusive es de suma importancia que no lo haya hecho todavía.
¿Por qué?
Pues básicamente por 2 razones:
- la primera es que si hemos producido antes de vender es que ya invertimos dinero en esta producción. ¿Por qué invertir nuestro dinero si todavía no se necesita?
- La segunda es que vendiendo nuestro producto antes de haberlo realizado, podremos fácilmente adaptarlo a los deseos de nuestros clientes. Basta preguntarles cuales son las características de nuestro producto que requieren: ¿color? ¿tamaño? ¿material? ¿sabor? ¿tamaño? …
Tenemos que capacitarnos.
Las ventas son realmente el motor de toda empresa. Buenos vendedores pueden (si se capacitan también en los otros 3 procesos – producción, administración e innovación -) llegar a ser excelentes empresarios.
Un buen productor, administrador o innovador tendrá imperativamente que capacitarse en ventas.
Si no lo hace podemos delegar este oficio. Pero cuidado, recordemos: lo que hace una empresa son sus clientes. Puede que algún día el vendedor que nosotros mismos hemos colocado para suplir nuestra falta de talento en ventas…se irá con nuestros clientes. Pero, la ventaja de trabajar solidariamente es que muy posiblemente habrá entre nosotros una persona que le guste las ventas.
Las ventas no son complicadas.
Muchos compañeros aprendieron sin realmente saberlo.
Aprendieron desde chicos a relacionarse con todo tipo de personas: pedir la hora, su dirección, el lugar donde encontrar tal cosa
Vencieron su timidez natural una y otra vez;
No se avergonzaban de decir las cosas y de entrar en las esferas privadas de alguien que no lo había invitado, recibir una bofetada, pero seguir intentándolo hasta encontrar la manera correcta de hacerlo;
Se rieron de algunos por atrevidos pero aprendieron a atreverse correctamente;
Muchos creían tanto en ellos mismos y en lo que hacían que no le daba pena de ofrecer, insistir y insistir
Adquirieron poco a poco una inteligencia emocional para comunicarse hasta con un marciano.
A pesar de tener miedo, vencieron el pavor de hablar con los que sean.
Ojo a la autoestima.
Obviamente, duele menos la vergüenza, el rechazo y el amor propio a temprana edad. Sin embargo se puede lograr resultados maravillosos a toda edad. Solamente, basta quererlo. Para nosotros, nuestro negocio, nuestra vida, nuestra prosperidad, sepamos que necesitamos absolutamente aprender a vender.
Concentrarnos sobre la necesidad que tiene el cliente de lo que ofrecemos es la mejor manera de que diga “SÍ” a nuestro producto.
Y también sepamos que nunca el cliente potencial nos desprecia: simplemente no necesita nuestro producto o las características de este. A menudo, solamente basta cambiar un detalle para que logremos la venta.
Preguntas de reflexión.
- ¿Definamos que es ventas?
- ¿A qué edad realizamos nuestra primera venta?
- ¿Cómo fue esa experiencia?
- Enumeramos las ventas que más recordamos y aprendamos de estas experiencias.