Ya que empezaste de verdad a emprender, se presenta delante de ti dos caminos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Y es importante que tu conozcas bien estos aspectos para luego poder escoger en consciencia.
Buenas razones
Tienes que empezar un negocio
- porque lo tienes en la sangre, desde siempre tu te mueves en el hacer.
- tu carácter mismo te empuja a poner en marcha los proyectos que te inventes
- porque te aburres en una oficina, porque no te gusta tener un jefe,
- porque para ti el horario tiene que ser absolutamente flexible.
Malas razones
Pero, no te equivoques. Si tus razones son que vas a ganar mucho dinero, que vas a ganar fama, que tendrás una vida llena de días de ocio, vacaciones y tranquilidad, que podrás trabajar mucho menos que hoy, que estas harto de tu jefe, sencillamente no empieces.
Una de las razones más frecuentes para iniciar, es porque estamos hundidos en las deudas. Claramente, te sugerimos de tratar de renegociar con las personas y entidades con las cuales lo puedes hacer. Pero, montar un negocio pensando que te va a ayudar a pagar el crédito, la lista del tendero, la cuenta de servicio es solamente un espejismo dañino.
Porque al principio será todo lo contrario: no tendrás nunca suficiente plata y, de pronto tendrás que quedarte sin salario, nadie te conocerá, vas a tener que trabajar sábado, domingos y festivos levantándote muy temprano y acostándote muy tarde, que en vez de un jefe tendrás muchos clientes los cuales tendrás que satisfacer.
En resumen:
Imaginarte una vida sin dificultades, soñar en llegar a ser un empresario que la gente admira porque él o ella ha llegado muy lejos, puedes ser un de tus metas a largo plazo.
Si tienes la posibilidad de entrevistar uno de los empresario de tu entorno cercano, no pierdes esta oportunidad. Todos te dirán que llegaron donde están a punto de esfuerzos, trasnochos, constancia y análisis.
Si tu sabes esperar y aprendes a desenvolverte eficaz y organizadamente, de pronto llegaras a gozar de dinero, fama, tiempo libre, libertad que solo son resultados de un trabajo arduo hecho con pasión.
Te deseamos buena suerte. Y mucho compartir con tu equipo de apoyo para tomar la decisión adecuada para ti.
Preguntas para reflexionar
- ¿Identifica las actividades que en tu vida cambian al iniciar una empresa?
- ¿Qué actividades crees que NO puedes seguir realizando con la creación o fortalecimiento de tu empresa?
- ¿Cuántas horas piensas dedicar diariamente a tu empresa? Analiza tu respuesta con las actividades diarias que estás acostumbrado a desarrollar.