Investigar las razones de la insatisfacción de los-as profesionales y del personal en general.
Esta INSATISFACCIÓN se evidencia de diferentes maneras:
- Sentimiento de inutilidad en aumento.
- Crecimiento de la problemática atendida por nosotros-as sin que veamos lo que podríamos hacer.
- Agotamiento y perdida de alegría en la acción.
- Ausencias repetidas
- Dificultad a encontrar trabajadores-as,
- Inestabilidad entre las personas ya laborando,
- Problemas inclusive para encontrar los-as participantes a nuestras actividades cuando le quitamos las ayudas o no les damos nada.
Todas estas expresiones de insatisfacción tiene una sola profunda causa: la respuesta a la pregunta ¿Que sentido tiene lo que hago, lo que hacemos?
Porque más allá de poder vivir con un salario, nuestro objetivo a todos-as es de DAR SENTIDO a lo que hacemos. Y que no solamente, se escriba sino también que se vea y se viva.
¿Cambia algo verdaderamente significativo lo que hacemos en la existencia de las personas con las cuales nos relacionamos a diario? ¿O simplemente nos limitamos en contestar que SÍ sin realmente verificarlo?
Enfrentar la realidad de nuestros impactos en la gente es el primer paso hacia la curación de este mal que se llama desencanto.
Frente a lo que descubrimos podemos tener varias respuestas:
- Hacernos los-as desentendidos-as y seguir haciendo lo mismo de siempre porque tenemos miedo …..hasta que los-as patrocinadores pidan los cambios,
- Suavizar las miradas, y tratar de realizar pequeños cambios organizacionales que buscan una reacomodación de nuestro quehacer y lograrán algún tipo de beneficio pero no atacan la verdadera problemática.
- Transformar profundamente nuestra óptica y empezar un verdadero cambio de paradigma centrado en la gente.
Por eso, el equipo de dirección puede crear un espacio de reflexión multidisciplinario para reflexionar juntos-as a las consecuencias del estatus quo y las implicaciones que producirá el cambio.
Algunas de ellas son:
- Cambios de nuestra misión como profesional: ya no somos los-as «sábelo todo» sino que nuestros saberes es atravesado por los múltiples saberes de las personas acompañadas.
- Cambio de mentalidad: ya no somos los-as que ayudan a los-as «pobrecitos-as» sino que trabajamos de la mano – de igual a igual – para lograr un mejor estar.
- Cambio a nivel estructural: ya no luchamos por la sobrevivencia de nuestra organización, sino primero por el empoderamiento de los-as participantes. Por rebote, nuestra organización gana en transcendencia e impacto.
